La guía definitiva para tener como nuevos tus zapatos de invierno

Publicado en3 Años hace por
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Si eres de los que valora sus zapatos de invierno y quiere darles el mejor cuidado posible para que mantengan su forma y color... 

¡Sigue leyendo, porque hemos preparado un especial!

En este artículo detallamos todos aquellos aspectos que se deben tener en cuenta para el almacenamiento de botas, botines y zapatos de piel, pero que en ocasiones no les prestamos mayor atención, o bien por falta de tiempo o porque no creemos que les pueda pasar nada por guardarlos en una caja sin más. 

Así que, empezamos…

Si eres un apasionado del calzado y no tienes sitio suficiente para guardarlos, te presentamos opciones de armario, que puedes incluso montar en casa o adaptar con lo que ya tienes, por una módica suma. 

Tipos de estantería o armario para guardar el calzado de una temporada a otra 

Módulo Vertical 

Si tienes un armario lo suficientemente grande, puedes destinar un cuerpo del mismo para poner estantes inclinados, de esta forma puedes: 

  • Visualizarlos mejor 
  • Mantenerlos en orden y ventilados 
  • Seleccionarlos por tipo de uso, por ejemplo: de más frecuente a más fácil acceso y viceversa. 

Estantes de tela a modo de casillero 

Este tipo de almacenaje puede ser muy práctico si disponemos de poco espacio en el armario, ya que puedes plegarlos y guardarlos en función de la cantidad de zapatos o de lo que prefieras tener a mano. 

 

Recomendación:

Estos estantes vienen bien sobretodo para zapatillas, manoletinas, zapatos de tacón bajo y botines. Pero no los recomendamos para botas donde haya que doblar la caña o donde el zapato quede muy justo porque a la larga terminará deformandose. 

Lo mejor de esta opción es que los zapatos pueden tener buena ventilación y se pueden tener más a mano. 

Estantería o armario abierto 

 

Lo ideal sería un armario con baldas en diferentes alturas, para poder guardar todo tipo de zapatos. 

Para este tipo de armario lo suyo es usar cajas o cajones para almacenar cosas, y en el caso de los zapatos tendrían que ser compartimentos por alturas, para evitar apilarlos y que al final no se consiga el objetivo de mantener su forma. 

Errores comunes 

 

1. No destinar un espacio, caja o lugar donde guardar los zapatos de invierno  

Muchas veces por salir del paso, vamos guardando cosas en cada rincón de la casa, sin etiquetas o en cualquier caja o bolsa, y el resultado es que terminamos olvidándonos de nuestras prendas y acumulado cosas que luego ya no queremos usar porque se han pasado de moda. 

Consejos: 

  • Destina uno o varios lugares de la casa donde sepas que vas a recurrir para vestirte o para salir, esto puede ser armarios a la entrada o cajoneras destinadas para este uso exclusivo. 
  • Evita que el lugar esté en el exterior o en una zona fría de la casa, ya que pueden coger humedad y malos olores. 

 

 2. No tener un orden por temporada y finalidad

 

Esto ayudará a que tengas a mano siempre lo que necesitas y más usas y que puedas saber en qué sitio has guardado cierto tipo de calzado, por ejemplo, manoletinas en el armario de la entrada y botas en el armario de la habitación. 

 

Para ello, otra estrategia que puedes emplear es: 

  • Agrupar tacones con zapatos de vestir en un mismo lugar y dependiendo del uso, los puedes poner más o menos a mano.
  • Guardar las botas y otros zapatos de invierno en el mismo lugar.
  • Para las sandalias y los zapatos de verano que ocupan menos espacio puedes emplear los estantes de tela que mencionamos antes.  
  • Agrupa tus zapatillas de deporte y los zapatos informales.

 

3. No identificar bien el zapato 

Si usas cajas, lo mejor es que sean transparentes, de lo contrario márcalas o usa etiquetas que te ayuden a identificar lo que hay dentro. 

4. No límpialos y desodorizarlos

Parece una obviedad pero antes de guardarlos, recuerda siempre hacerles una buena limpieza sobre todo si hay manchas o se han mojado, para que al sacarlos de nuevo, no te lleves una mala sorpresa. 

El polvo es otro elemento que puede malograr nuestro calzado sobre todo si es de piel natural. 

Lo mejor será limpiar los zapatos de cuero o de piel de ante con un cepillo suave que no raye el material y que retire la suciedad. Además puedes utilizar un limpiador especial para cuero para eliminar las manchas.

 

5. Apilarlos todos o meterlos en una caja 

Algo que casi nunca solemos hacer es poner hormas a los zapatos, pero si tenemos zapatos de piel, lo ideal es ponerles hormas para que mantengan la forma o en su defecto, rellenarlos con papel que no tengan ácidos o químicos que puedan manchar con tinta el zapato. 

Recomendaciones: 

  • Los tubos del papel higiénico cortados también funcionan como hormas.
  • Algunas hormas hechas de cedro, evitan que los zapatos puedan coger mal olor y a la vez repelen las polillas y otros insectos. 

Conclusiones

Llevar a cabo todas las recomendaciones puede ser un tedio pero si de verdad valoras tus zapatos, seguir esta guía te va a ayudar a que estén como nuevos de una temporada a otra. Y que además puedas preservar aún más aquellas pequeñas joyas que no quieres dejar de usar nunca. 

 

Recuerda algunas cosas básicas: 

  1. Separa tus zapatos por categorías y uso
  2. Limpialos y mantenlos alejados del polvo, el frío o la humedad 
  3. Dispone de un armario, estantes o baldas y evita apilarlos en un mismo lugar. 
  4. Utiliza implementos o materiales que te ayuden a mantener la horma. 

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